4 de febrero de 2013

2013: El año de las travesías.

Había tardado un poco en reencontrarme con el blog, por lo que no sabía a ciencia cierta que escribir. La gente a veces piensa que esto debe de ser como un trabajo, en donde continuamente estés informando sobre los sucesos más relevantes, dando una fuerte opinión o criticando al sistema. Sin embargo queridos lectores no es así, para mí esto es un mero hobbie.

El 2012 cerró de una forma increíble. Realicé cosas que quizás hace un tiempo no me hubiera imaginado y de las cuales hoy me siento muy orgulloso. Conocí gente nueva, una cultura totalmente diferente a la mía y por si fuera poco descubrí el verdadero amor por la comida mexicana (cuando estas lejos de una tortilla o una salsa, aprendes lo que es el amor a tu tierra).

Claro está que toda esta travesía es digna de varias entradas, por lo que ahora solo mencionaré que fue una experiencia maravillosa.

Así como tuve un cierre de año muy peculiar, también el inicio fue extraño en su totalidad. Sin embargo leyendo por aquí y por allá, descubrí que la sociedad no deja de tener ese afán de querer ser mejores personas cada que un año comienza. Promesas por aquí y por allá, fuertes ideas de cambio que comienzan bien y que seguramente para estos días ya habrán olvidado la mitad de lo que planeaban hacer, en fin, somos una sociedad que habla mucho y se ocupa poco.

Cuando pasas 24 horas en un aeropuerto y duermes en una cómoda banda transportadora, tienes suficiente tiempo como para pensar en tus propósitos de año nuevo, propósitos que pueden ser más cercanos a una realidad que a una utopía. 

Entre éstos, uno de los más importantes fue retomar la lectura, cosa que perdí hace un año debido al poco tiempo que tenía, entre la universidad, algunos trabajos e intentar conquistar al mundo, apenas tenía tiempo. Aún no sabía que leer, pero gracias a una buena amiga y un regalo que me hizo, la respuesta llego como del cielo: "El Hombre Equivocado" de John Katzebach.

Hace ya bastante tiempo que leí a Katzebach y si bien no me dejó atrapado con su historia (El Psicoanalista) logró que tuviera que terminar el libro para saber qué era lo que sucedía. Algunas personas siempre dicen que no juzgues un libro por su cubierta, y eso es lo que haré con este título. De primera impresión puedo decir que me parece una buena historia, con el mismo toque psicópata de John, pero en una historia bastante diferente. 

Ya el tiempo dirá si me cautivo o me decepcionó. Lo que si tengo claro es que Zeus se alineó con las estrellas para que este año leyera bastante, entre regalos y materias que me piden leer tres libros al mes, será una linda travesía.

Les dejo algo de música y si alguien tiene alguna opinión sobre el libro que comenzaré a leer, con gusto pueden dejarla en el apartado de comentarios, úsenlos, están ahí para algo más que adorno.

Moraleja:
Háganse propósitos reales, yo sé que todo mientras tu imaginación lo permita, puede ser realidad, pero algunas cosas a la larga te ayudarán por muy pequeños que sean al inicio tus objetivos.


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