Muchas veces desvaloramos lo más común en la vida. Desde una planta, hasta la basura misma. Existe un dicho que dice: “La basura de unos, es el tesoro de otros” generalmente de aquellas grandes empresas que se dedican al reciclaje de los materiales.
¿Pero qué pasaría si la basura lograra dar esa luz de esperanza a toda una comunidad?
Pues bien. Existe una comunidad en donde la luz artificial es un sueño para sus habitantes. Debido a la zona donde están ubicados (justo en medio del paso de vías férreas) las casas están construidas muy cerca las unas de las otras, por lo que tener una ventana es casi imposible.
Podrían decir “Vamos, pero pueden pagar un poco de luz” pues bien, si pensaste esto, deberías de meterte un foco por la boca. Este tipo de comunidades son en extremo pobres como para contar con tales servicios y de hacerlo, tendrían una deuda que pasaría de generaciones a generaciones y que nunca se terminaría de cubrir.
Sin embargo la gente creativa existe hasta en los rincones más desfavorables. Utilizando una de esas botellas de refresco que la mayoría botamos y/o aplastamos, este hombre ha dado la luz de esperanza que la comunidad esperaba, dejando la oscuridad de lado.
Y como dirían, una imagen vale más que mil palabras, les dejo un video donde se explica mejor el proceso. Ojalá hagamos conciencia sobre los que menos tienen.
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