El trabajo para muchos supone horas de inagotable tensión. Para otros, representa una oportunidad para que en aquellos ratos libres, las risas y alegría saquen la tensión del primer turno.
La gente generalmente no hace cosas que son de su gusto, por el hecho de tener vergüenza o en algunos casos estar pensando en el “qué dirán de uno” Quizás no todas las personas tienen grandes habilidades, sin embargo es mejor hacer pasar un rato divertido y lejos de preocupaciones, que volver a la rutinaria vida de un empleado en esta gran ciudad.
Ojalá la gente entendiera que vida es una y que hay que disfrutarla, riendo al igual que divirtiéndose.
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