4 de febrero de 2012

¿Sindrome del Espejo?

Quizás el 95% de las veces que alguien entra a leer lo que escribo, espera toparse con algo divertido y gracioso. Lo acepto, la idea en general es divertirme haciendo esto y divertir a los que se pueda, mantenerlos informados o simplemente hacer una crítica. Bien dicen: “Para disfrutar algo, tienes que apasionarte” y creo yo lo hago.

Sin embargo siempre es bueno tratar algún tema que no sea diversión, sino también algo con lo cual los jóvenes de hoy día luchan.

Desde tiempos inmemorables, la vida de un estudiante es complicada. Recordemos aquellas tardes de septiembre en donde un grupo de pequeños entre 5 y 12 años, jugaban en los patios de las primarias. En ese tiempo, las madres creían que al entrar por esas puertas viejas y desgastadas, sus pequeñines estarían seguros y libres de toda la escoria del mundo. Oh desilusión, no era así.


Aquella es nuestra primera experiencia de vida. Donde sí lloras por algún comentario del niño más grande, serás visto como el débil, niña y seguramente serás la burla de toda tu clase. Por ello, muchos niños prefieren ser fuertes y soportar los crudos comentarios que un niño de 7 años podría decir.

Luego, crecemos. Nos hacemos gente madura, jóvenes que esperan tener una vida estudiantil mucho mejor que la anterior, haciendo el famoso “borrón y cuenta nueva” sin embargo, los comentarios son más fuertes, no solo en aspectos sentimentales, sino también hacia el físico de cada persona, anteponiendo apodos extraños que desmoralizan al individuo.

Muchos jóvenes quedan traumatizados por los comentarios ajenos y es aquí, donde desboca el titulo de esta entrada. El síndrome del espejo.

En lo personal es la primera vez que escuchaba de él. Este síndrome hace referencia al trastorno que sufren los jóvenes generalmente al ser cuestionados por su apariencia física. Cada que se miran al espejo buscan encontrar algún defecto o simplemente se miran como alguien feo físicamente.

Muchas veces y sin necesidad de tener un defecto como tal, la persona se los imagina, hace de esto una dura lucha que generalmente termina en trastornos alimenticios como la bulimia, anorexia y baja autoestima.

No es de sorprenderse debido al constante estereotipo que la sociedad a formado como “una mujer bella es delgada” o “un hombre tonificado y bien marcado es guapo”

Ojalá todos los seres humanos entendiéramos que la belleza muchas veces es subjetiva. Lo que para uno es bello, para otro puede ser que no. Todo depende en que tan abiertos estemos a las diversas posibilidades que nos ofrece el mundo y que, sin afán de menospreciar la apariencia ajena los aceptemos tal cual son.

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