Una de las etapas de la vida más
complicadas, puede que sea la adolescencia. No solo por el sin fin de cambios
hormonales que los pubertos experimentan, sino también por aquellas decisiones
que darán sentido a su aún joven vida.
Es cierto que a esa edad la mayoría de
nosotros no tenemos claro absolutamente nada, salvo el hecho de que aún
viviremos a costa de nuestros padres y que lo más genial del mundo sería salir
cada fin de semana desde el viernes hasta el domingo. Sin embargo, los chicos
de ahora piensan diferente, tomando en cuenta el sondeo que meticulosamente
hemos realizado:
"Tres de cada cinco adolescentes llegan a
sus quince años embarazadas y hacen creer a los padres que el vestido no les
queda porque comieron de más."
Muchas otras cosas no cambian, como el
hecho de que en esta edad y casi entrando a la mayoría de edad, tienen que
tomar una de las decisiones más complicadas y quizás en muchos casos
determinantes para su vida próxima. Se trata de escoger carrera, si, la
pesadilla de todos los adolescentes confundidos por no saber que estudiar.
En México, generalmente al cumplir los 18
años, es el momento en el que casi todos o la mayoría esta a punto de realizar
su solicitud a las universidades. Cabe resltar que esto puede tener algunas
variantes, sin embargo nos centraremos en aquellos que estudiamos en el sistema
público. Los siguientes pasos que se mencionarán, son lo que a mi modo de ver,
pasan los chicos:
Momento de tranquilidad/valemadrismo:
Durante esta etapa, el adolescente esta completamente feliz, a pesar de estar próxima la fecha donde tiene que decidir que estudiar, aún disfruta de los comentarios graciosos de sus compañeros, y las bromas que éstos sacan del tema.
Ligera presión auto-inducida:
Es aquí donde las cosas comienzan a complicarse. Un ligero nerviosismo recorre el diminuto cuerpo de estos individuos. Comienzan a observar a su alrededor que el tema deja de ser una broma, comienza el nervio y el interés por ver alguna que otra carrera, saber de que se trata.
Presión por comentarios de los padres/familiares:
Generalmente en las visitas de familiares, el tema de conversación más interesante en esos momentos, es preguntarte que vas a estudiar. Tus padres por otro lado, hacen preguntas referentes al tema, preocupándose más cuando tus respuestas son: “No lo sé” “Aún estoy viendo” “Ninguna me llama la atención”. En este punto, las miradas comienzan a ser más profundas y amenazadoras.
Confusión por los cientos de carreras y tus gustos:
Al revisar con más detalle de que tratan las carreras en la casa de estudios donde planeas estudiar, te percatas que el mundo es mucho más grande de lo que creías. Cientos de nombres raros aparecen en tu cabeza, al igual que diversas carreras que te gustaría cursar. El problema, solo puedes tomar una.
El día “D”:
Y luego de tanta presión, llega tan ansiado día, en donde la presión es demasiada y es como lanzar una moneda al aire. Aquellos que ya saben que querían estudiar, quizás no les resulte tan complicado si antes de esta etapa se decidieron. Pero todos aquellos que al llegar aquí, siguen con una duda, es un momento crucial, de esta decisión para muchos dependerá lo que harán de su vida.
Al parecer el mundo y esta decisión, son el
principal motivo de que muchas personas ya entradas en la adultez contemporánea
(20 años), se sientan un tanto frustradas. ¿Por qué? Por la sencilla razón de
que quizás al decidir, no se tomaron el tiempo de analizar el plan de estudios,
todas las materias que llevarían y que no todo sería color de rosas.
Inclusive en casos más dramáticos, las
personas se dan cuenta que tomaron esta decisión por mero impulso, sin
realmente ser algo en lo que les apasionara trabajar. Así que la moraleja de
este día es:
Si estas en esta difícil etapa, no sabes que es lo que quieres estudiar o sencillamente es que tienes demasiadas dudas si es lo que realmente quieres hacer para el resto de tus días y que te dará de comer. Preguntante lo siguiente: ¿Realmente te apasiona esto a pesar de no percibir muchos ingresos? Si la respuesta es afirmativa, no lo pienses más.
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