Uno de los traumas más recurrentes en la niñez, es la muda
de dientes de leche. Si, quizás para muchos esto fue el primer indicio de que
comenzarían a crecer, que les saldría pelo en pecho, al igual que en rincones
de su cuerpo que hasta ese momento permanecían como piel de bebe.
Sin embargo en muchos países existe la cultura del famoso “Ratón
de los Dientes” ¿Quién es este individuo?
Bien, luego de numerosas investigaciones, trampas de león en
las habitaciones por las noches, así como fuertes interrogatorios a diversos
niños que habían recibido el afamado regalo de este roedor, no logramos nada.
La historia/leyenda/mito/relato anuncia la llegada de este ser, cada que un
niño pierde un diente de leche. Así como lo leen, el tipo tiene un fetiche con
los dientes.
El mecanismo es simple. El niño que minutos quizás horas
antes había llorado de dolor al quitarse un diente, por la noche tiene la
obligación de dejar el producto de esas lágrimas debajo de su almohada. A la
mañana siguiente y luego de dejar quizás alguna mancha de sangre producto de la
extracción, el infante recibe una recompensa por ser tan valiente; dinero.
Sin embargo, hoy en día a los niños ya no los hacen como
antes, con esa bella cultura en donde todo parecía artesanal, hecho con las
manos, lengua y demás partes. Ahora los niños no le temen a perder dientes,
sino al contrario fabrican nuevos métodos para hacer de ese ritual, algo
divertido y eficaz. El dolor quizás sea menor o mayor cosa que no se, sin
embargo este chico parece divertirse.
¿Quién dice que el dinero no mueve a los más pequeños?
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